POESÍA | Selección de José Pulido
- Revista Deriva
- 30 sept
- 2 Min. de lectura

Escribo como ejercicio existencial para saborear el placer de encontrar un párrafo, una imagen, una frase que puedan durar unos cuantos años sin descomponerse.
LA BAILARINA
Creo que la vi bailando
El lago de los cisnes de Piotr Ilich Chaikovski
(Me gusta creer que conozco al autor)
Creo que la vi bailando o era artista de cine
de las que hacen una sola película
colgaba en el Metro y caminé
hacia ella, cada vez más emocionado
pero se bajó en la estación siguiente
cojeaba, usaba peluca
Después supe que había tenido
un accidente automovilístico
y la volví a ver tomando café en el mismo lugar
donde finjo ser poeta todas las mañanas
le hablé y me respondió con una dulzura
aplastante, aplastante,
le pregunté si podía sentarme con ella
y me dijo que no
AQUI ENTRE NOS
Tenía un beso guardado desde 1975
te lo quise entregar en la cocina
y se deshizo en el aire como algo egipcio
al saber lo ocurrido me dijiste
“déjalo que se pierda”
El día que amanecí recordándolo todo
me alegré con un sueño del año antepasado
que había olvidado en un instante griego
-morir flechado sin conocer a Helena-
quise contarlo porque estuviste en sus entrañas
pero un hollín nubló mi cielo pensador
y un tanto maternal me aconsejaste
“déjalo que se pierda”
las islas del pensar visito en nuestro cuarto
el cuarto es un océano
donde algo de Jonás se está moviendo
ahora no me atrevo a revelar
la enormidad de amor
que he estado descubriendo
ESTE CIELO
No sé si deba tomar para mí
este cielo de ustedes
aunque lo tome brevemente
una mirada lo convertirá
en uno de mis hondos recuerdos
que solo son míos porque pasé y acepté
que usaran mi alma
comía un pedazo de pizza
masticaba desde adentro
del local mientras varios países
representados por personas
de angustias similares
se detenían a mirar los precios
Sobre José
Aragua, 1945.
Poeta, escritor y periodista venezolano. Integrante de una familia de campo que pasó a vivir en la ciudad y, como un golpe de suerte, conoció la lectura.
El detonante de su escritura:
Porque es lo que sé hacer con más propiedad. En la escritura es donde puedo disfrutar lo mejor que tenemos aparte de la vida: el lenguaje. Cuando escribo trato de agotar al máximo lo que sé y lo que siento y al mismo tiempo intento saber lo que ignoro. Escribo como ejercicio existencial para saborear el placer de encontrar un
párrafo, una imagen, una frase que puedan durar unos cuantos años sin descomponerse. La poesía es la máxima expresión del lenguaje escrito y hablado. Amo la poesía y le envío mensajes alocados por todas partes, creyendo que ella alguna vez responderá y me revelará el lugar que quizás habita.



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